Un estudio liderado por el Instituto de Ciencias Marinas de Andalucía ha probado esta metodología en Cala Millor (Mallorca), el primer lugar con presencia de Posidonia oceánica donde se aplican herramientas de monitorización batimétrica. Los resultados suponen un avance en el desarrollo de esta tecnología para fondos marinos.
Las aguas superficiales del mar Mediterráneo contienen decenas de miles de microplásticos por km2. La cantidad aumenta en realidad a medida que disminuye su tamaño. Un nuevo trabajo alerta de que los métodos científicos empleados hasta ahora en el estudio de la contaminación por estos compuestos no muestran la imagen completa, por lo que este problema ambiental podría ser más grave de lo que se pensaba.
Durante el otoño e invierno de 2001 se capturaron en el mar de Alborán más de tres mil toneladas de anchoas, mientras que en el 2010 la cantidad no rebasó las doscientas toneladas. Un equipo del CSIC ha comprobado que la corriente de agua atlántica que irrumpe en el Mediterráneo a través del Estrecho de Gibraltar es la responsable de esta diferencia.
Una investigación del Museo Nacional de Ciencias Naturales analiza la estructura genética y la conectividad entre las poblaciones mediterráneas del coral naranja (Astroides calycularis). El estudio concluye que la conectividad genética es muy baja entre colonias que distan más de un kilómetro. Estos resultados pueden ayudar al diseño de Áreas Marinas Protegidas que garanticen la conservación de esta especie, uno de los pocos invertebrados marinos incluidos en el Catálogo Español de Especies Amenazadas.
Un proyecto científico de recuperación de especies ha liberado 5.000 juveniles de corvina (Argyrosomus regius), una especie con alto valor comercial y muy amenazada y en peligro de extinción en las Islas Baleares.
Una investigación hispano-inglesa ha propuesto tres futuros escenarios de los efectos del cambio climático en el Mediterráneo para los próximos 90 años a partir de los modelos globales del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés). Los resultados demuestran que las temperaturas del océano en esta área aumentarán, y con ellas el nivel del mar.