El 6 de septiembre de 1522 regresó a Sanlúcar de Barrameda (Cádiz) una maltrecha nao capitaneada por Juan Sebastián Elcano, la única que había sobrevivido de la expedición que tres años antes había organizado Magallanes. Los supervivientes traían noticias de descubrimientos y un valioso cargamento de especias, pero su verdadera hazaña era que habían logrado circunnavegar por primera vez la Tierra. Aquella gesta marítima, una de las más importantes de la humanidad, cambió para siempre nuestra forma de ver el mundo.
Cuando salió de Sevilla, el objetivo de Magallanes era encontrar un paso hacia el Pacífico y llegar a las islas de las especias, pero antes de alcanzarlas murió, hace ahora 500 años. Quien lo logró fue Elcano, que decidió volver por el Índico, a través de aguas portuguesas prohibidas. Los dos comandaron una empresa comercial que cambió la imagen de la Tierra. ¿De quién fue el mérito? Los historiadores no se ponen de acuerdo.
El proyecto '20.000 sonidos bajo el mar' del Laboratorio de Aplicaciones Bioacústicas de la Universitat Politècnica de Catalunya estudiará los sonidos de los océanos. El análisis se llevará a cabo a bordo del velero suizo 'Fleur de passion', que dará la vuelta al mundo en cuatro años con el objetivo de medir el impacto humano sobre los océanos y contribuir en el debate sobre el lugar que ocupa el ser humano en el mar.
Un equipo internacional liderado por investigadores del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC) ha encontrado en el espacio lo que podría ser “un trocito de grafeno”, una molécula plana bidimensional formada por 24 atómos de carbono (C24) y con el grosor de uno de ellos. Los astrofísicos, que han observado en las nubes de Magallanes con el telescopio Spitzer de la NASA, también han detectado el fullereno C60 y, por primera vez, el C70.