Al tratar a ratonas gestantes con la especie Bifidobacterium breve, que cuenta con actividad probiótica, científicos españoles identificaron en las crías cambios en 10 metabolitos y en genes involucrados en el transporte de nutrientes, así como en aquellos que controlan el ciclo celular, el desarrollo axonal y la función mitocondrial.
Un estudio internacional, con participación de la Universidad Pompeu Fabra, describe la importancia de la interacción entre progenitor e hijo para completar la composición microbiana del bebé, independientemente del parto.
A pesar de lo que se pueda pensar sobre este procedimiento, podría ayudar a restaurar las bacterias buenas del intestino eliminadas por el consumo excesivo de alcohol, según un estudio en ratones llevado a cabo en la Universidad Complutense de Madrid y otros centros de España y Chile. Los animales machos de mediana edad fueron más susceptibles a los daños de la bebida etílica que las hembras.
Un estudio liderado por el Hospital 12 de Octubre y la Universidad Complutense de Madrid asocia la producción de estas moléculas a una mejor respuesta al tratamiento. La detección en heces o sangre de los microorganismos que producen estos ácidos grasos se convierte en un nuevo biomarcador de pronóstico de la enfermedad para los médicos.
Algunas enfermedades, el abuso de antibióticos y dietas poco saludables reducen la abundancia y supervivencia de las bacterias que favorecen nuestra salud. El desafío consiste en descifrar las interacciones entre las bacterias y nuestro cuerpo a fin de poder cultivar esos microorganismos beneficiosos para reponerlos a través de suplementos de nueva generación.
El jurado destaca la contribución de estos tres científicos a los enfoques que reconocen el papel imprescindible de las comunidades de microorganismos en la vida sobre la Tierra. Gordon es un investigador pionero en el estudio del microbioma humano, mientras Bassler y Greenberg han demostrado la importancia de la comunicación entre bacterias y su papel en las infecciones.
El vínculo entre las bacterias que habitan en nuestro intestino y los humanos es más fuerte de lo que se pensaba. El descubrimiento de hasta 60 cepas bacterianas diferentes estaría motivado por los desplazamientos que la humanidad ha llevado a cabo a lo largo de su evolución. Así, se demuestra que las personas poseen microbiotas específicas en función de dónde viven y su estilo de vida.
Este miércoles se han entregado en Madrid las bolsas de investigación del programa For Women in Science L'Oréal-Unesco a cinco científicas menores de 40 años, con proyectos en las áreas del cáncer, las anemias congénitas, la salud vascular y las enfermedades neurodegenerativas.
La inhibición de esta molécula reduce la acumulación de lípidos en la cavidad abdominal y el aumento de peso, a la vez que normaliza la composición de la microbiota intestinal. Este estudio, realizado en ratones, podría facilitar el desarrollo de mejores tratamientos contra esta enfermedad.
La exposición a la microbiota materna del recién nacido permite restituir los microrganismos beneficiosos en los partos por cesárea. Se necesitan más estudios para comprobar si esto se traduce en una protección frente al riesgo de enfermedades a corto y largo plazo.