El investigador español José Javier Bravo-Cordero lidera un nuevo estudio sobre cáncer de mama que despeja el camino para diseñar fármacos que eviten las metástasis. Por primera vez han visualizado, dentro de las células cancerosas, el lugar y el momento en el que se activa la proteína que regula la invasión. Según los científicos, iluminando las células tumorales se podría modular su capacidad invasiva.
Un nuevo estudio, publicado en Nature Communications, confirma que la proteína R-Ras2/TC21 puede emplearse en el diseño de nuevos fármacos contra el cáncer de mama. Cuando se elimina esta proteína en células tumorales de ratón se reduce el número de tumores de mama y se elimina la metástasis en pulmones.
Un estudio del Instituto de Bioingeniería de Cataluña publicado el domingo en Nature Materials revela cómo las células mamarias detectan el endurecimiento del tejido, clave en el desarrollo del cáncer de mama. El mecanismo explica cómo las moléculas que las células utilizan para adherirse a su entorno, llamadas integrinas, permiten a las células detectar y adaptarse a la rigidez del tejido.
Investigadores del Idibell demuestran que uno de cada cuatro tumores humanos presenta polimorfismos genéticos asociados con un mayor riesgo de cáncer que provocan un cambio epigenético. Dicho cambio modifica la expresión de los genes vecinos.
Investigadores estadounidenses han descubierto que el gen BRCA1, un conocido supresor tumoral en cáncer de mama y ovario, tiene un papel importante en el control del tamaño cerebral en mamíferos. El estudio muestra que la ausencia del gen en las células madre del cerebro de ratones compromete la anatomía de este órgano.
Esta mañana se han presentado los resultados del Proyecto Álamo III, que cuenta con los datos epidemiológicos de casi 11.000 mujeres diagnosticadas de cáncer de mama entre 1998 y 2001. El estudio muestra que las mejoras en el cribado de este tumor permite un diagnóstico en estadios cada vez más tempranos.
Investigadores españoles fabrican nanopartículas compuestas de un núcleo de aceite de oliva y una cubierta de biomoléculas, que además incorporan un detector dirigido de manera selectiva a las células cancerígenas y que permiten disminuir los efectos secundarios de los fármacos antitumorales.
La Organización Mundial de la Salud ha presentado hoy los datos de un informe sobre la incidencia global del cáncer: más de 14 millones de nuevos casos y más de 8 millones de fallecimientos relacionados. Además, la institución subraya la importancia de medidas de prevención y control del cáncer de mama y de cuello de útero. Desde 2008 estos casos han aumentado un 20%.
Un equipo internacional de investigadores ha desarrollado una herramienta que identifica alteraciones del splicing, una etapa esencial de la expresión génica. Para ello, han creado minigenes de BRCA1 y BRCA2, los dos principales genes de predisposición al cáncer de mama.
Un equipo internacional de investigadores ha analizado, desde la perspectiva de la biología computacional, la progresión del cáncer de mama con metástasis en el pulmón y cerebro. Los resultados, publicados en la revista PLoS ONE,