Sorprendentemente aún quedan especies vegetales por descubrir en la península ibérica. Algunas son detectadas gracias a los últimos métodos de estudio, y otras, como es el caso de Linaria becerrae, son descritas al reinterpretar a las especies que ya se conocen. La nueva planta malagueña llevaba 176 años clasificada por error.
Localización del epicentro del terremoto./ Efe
Investigadores de la Universidad de Málaga han propuesto la inhibición selectiva de la glutaminolisis, una ruta metabólica esencial en muchos tipos de cáncer, como posible estrategia antitumoral. La revista Nature Medicine se hace eco de este trabajo, desarrollado en colaboración con centros científicos de reputación mundial.
La Comisión Europea ha anunciado las ciudades que competirán por ser la Capital Europea de la Innovación, un galardón dotado con 500.000 euros destinados al mejor “ecosistema de innovación”. La ciudad ganadora será anunciada en la Convención de la Innovación de 2014.
Investigadores del Departamento de Biología Vegetal de la Universidad de Málaga (UMA) desarrollan sistemas predictivos con el objetivo de diseñar estrategias eficaces para detectar en tiempo real la introducción de especies invasoras como las algas marinas en las costas de Andalucía. Asimismo, estos modelos también se pueden extrapolar a otro tipo de intrusiones que tienen lugar dentro del medio marino como bacterias, virus o peces.
Investigadores de la Universidad de Málaga han desarrollado una aplicación bioinformática para estudiar a gran escala las relaciones entre las enfermedades genéticas y los genes que las causan. La aplicación, que se ha comenzado a utilizar en el Centro de Investigación Biomédica en Red de Enfermedades Raras, se ha publicado recientemente en la revista PLoS ONE.
Un equipo internacional de científicos, entre los que se encuentran investigadores de la UNED, ha hallado pequeños crustáceos en la Cueva de Nerja (Málaga), datados entre hace 14.500 y 13.500 años. Estos seres, denominados balanos, habitan en la piel de las ballenas por lo que los científicos deducen que se trata de la prueba más antigua del consumo de cetáceos en la Prehistoria europea.
Estación de tren de Bobadilla (Málaga).