Investigadores del CSIC lideran un estudio que demuestra que la mayoría de los pacientes con esta patología presenta niveles altos del gen RRAS2. Además, se relaciona una mayor cantidad de este oncogén con una mayor agresividad del cáncer. Este descubrimiento abre las puertas a la exploración de nuevos tratamientos.
Un estudio del CNIO demuestra que los dos subtipos de leucemia linfocítica crónica, mutado y no mutado, presentan distintos niveles de agresividad y están directamente relacionados con la variabilidad genética entre individuos. El estudio se ha publicado en Genome Medicine.
La biofarmacéutica Advancell, con sede en el Parc Científic Barcelona, acaba de anunciar resultados positivos de su tratamiento Acadra (Acadesina) en un estudio clínico de fase I/II, realizado en diversos pacientes con leucemia linfocítica crónica resistentes a la terapia actual. En el ensayo clínico –realizado en varios hospitales belgas, franceses y españoles, entre ellos, el Institut Català d’Oncologia (ICO), el Hospital Clínico de Valencia y el Hospital Madrid Sanchinarro– los pacientes tratados con Acadra presentaron una disminución del hasta el 50% de células leucémicas tras la administración del tratamiento. En el caso de los pacientes que al inicio del estudio padecían de una afectación en los ganglios linfáticos, éstos presentaron una reducción de hasta el 75% después de cinco dosis.