La Agencia Espacial Europea (ESA) ha aprobado la misión LISA, una constelación de tres naves para captar las ondas del espacio-tiempo que predijo Einstein. Estarán equipadas con cubos de oro y platino junto a tecnología láser, se construirán a partir de 2025 y se lanzarán una década después.
El detector espacial LISA de ondas gravitacionales, el telescopio Athena para astrofísica de altas energías, la misión Hera para desviar asteroides, la estación espacial Gateway que orbitará la Luna, una iniciativa para traer muestras de Marte, nuevos satélites de la red 5G… En la próxima década la Agencia Espacial Europea participará en todos estos proyectos gracias al presupuesto de 14.400 millones de euros aprobado esta semana en Sevilla.
Ilustración de la estación Geteway orbitando la Luna con el módulo de servicio Orión acoplado (a la derecha). / ESA/NASA/ATG Medialab
Pronto comenzará el proceso de selección de una nueva promoción de astronautas europeos. / ESA/NASA
Foto oficial del consejo ministerial Space19+ de la ESA en Sevilla, en la que Pedro Duque, ministro de Ciencia, Innovación y Universidades en funciones, ha actuado de anfitrión. / ESA
El prototipo LISA Pathfinder de la Agencia Espacial Europea ya ha demostrado una tecnología que se podría usar en 2034 en el observatorio LISA de ondas gravitacionales. Los primeros resultados del experimento, presentados este martes en el Centro Europeo de Astronomía Espacial (ESAC) cerca de Madrid, revelan que se ha conseguido inmovilizar sus masas de prueba en el entorno más aislado jamás diseñado por el ser humano, donde la única fuerza que actúa es la de la gravedad.
Con un día de retraso por un problema técnico con el lanzador Vega, esta mañana la Agencia Espacial Europea ha lanzado la misión LISA Pathfinder desde el Puerto Espacial Europeo en Kourou, en la Guayana Francesa. Comienza así este proyecto para probar las tecnologías que, en el futuro, permitirán detectar las misteriosas ondas gravitatorias en el espacio.
Esta semana se lanza la misión LISA Pathfinder de la Agencia Espacial Europea, cuyo objetivo es probar las tecnologías que se usarán en el futuro para detectar ondas gravitatorias, unas ondulaciones del espacio-tiempo predichas por la teoría de la relatividad de Einstein. El Instituto de Ciencias del Espacio y otros centros de investigación y empresas españoles participan en el proyecto. El despegue estaba previsto para este miércoles, pero se va a retrasar por problemas técnicos con el lanzador Vega.
Tras la retirada de la NASA del proyecto LISA, la Agencia Espacial Europea inicia los pasos para adaptar a un nuevo escenario la misión, cuyo objetivo es la detección de señales de diferentes fuentes de radiación gravitatoria. Científicos del Instituto de Ciencias del Espacio (CSIC-IEEC) y la Universitat de les Illes Balears participan en el proyecto con el apoyo del Centro Nacional de Física de Partículas, Astropartículas y Nuclear (CPAN), Consolider 2010.