Investigadores de la Universidad de Salamanca han logrado generar una nueva clase de luz láser de alta frecuencia mezclando y controlando dos propiedades: la vorticidad (giro del haz) y la polarizacion (dirección de la oscilación de las ondas). El avance puede dar paso a nuevas aplicaciones de los láseres en el campo de los materiales y las telecomunicaciones.
Investigadores de cuatro universidades españolas han combinado tecnología láser y drones para estudiar las infraestructuras mineras que utilizaron los romanos cuando extrajeron oro en el noroeste de España hace dos mil años. La superficie cartografiada equivale a más de 40.000 campos de fútbol como el Santiago Bernabeu.
El Premio Nobel de Física de este año ha recaído en el estadounidense Arthur Ashkin “por sus pinzas ópticas y su aplicación a los sistemas biológicos”, compartido con el francés Gérard Mourou y la canadiense Donna Strickland "por su método para generar pulsos ópticos ultracortos de alta intensidad”. Los láseres que se emplean para corregir la miopía son una de sus múltiples aplicaciones.
Los camaleones son capaces de pasar del azul turquesa al rosa, o del naranja al verde, gracias a unas pequeñas células pigmentarias que les permiten camuflarse. Utilizando el mismo mecanismo que este reptil, protagonista de #Cienciaalobestia, un equipo de científicos estadounidenses ha desarrollado un novedoso nanoláser que cambia de color en función de su entorno y que podría mejorar las pantallas de smartphones o televisores.
Por primera vez, un equipo internacional de expertos ha sido capaz de generar y medir un pulso de attosegundo, es decir, la trillonésima parte de un segundo, aislado y con polarización circular. Ser capaces de controlar un láser con esa precisión abre nuevas posibilidades de interactuar con la materia, porque algunas moléculas reaccionan de forma distinta según la polarización de la luz. En concreto, se pueden desarrollar nuevos fármacos y tecnología relacionada con materiales magnéticos.
Investigadores del Instituto de Ciencias Fotónicas y otros centros internacionales han conseguido confinar y guiar la luz en un espacio de tan solo un átomo de grosor. El grafeno y otros materiales 2D han sido las piezas clave para fabricar a escala atómica este 'lego' capaz de canalizar la luz.
Desde finales de los años 60 hasta ahora hemos estado usando dispositivos electrónicos que han almacenado y transmitido información en circuitos 2D. Ahora dos investigadores españoles de la Universidad de Cambridge han conseguido romper esta barrera, creando nanoimanes capaces de transmitir información en tres dimensiones. El avance podría suponer un aumento en la memoria, conectividad y potencia de los circuitos electrónicos.
Investigadores de la Universidad Complutense de Madrid, CIC biomaGUNE y la Universidad Politécnica de Madrid han demostrado que un sistema de láseres especiales puede hacer que millones de nanopartículas de oro actúen como si fuera una sola. El avance se puede aplicar en biomedicina y fotónica, desde el tratamiento de tumores hasta la producción de energía, gracias a la capacidad de estas partículas para absorber o reflejar una luz determinada en función de su geometría.
Un profesor de la Universidad de Córdoba, junto a colegas europeos, ha desarrollado un método que simplifica y abarata el proceso para controlar materia a escala nanométrica. En concreto, se ha centrado en la producción de vórtices de luz vectoriales con distintos patrones de polarización, cada uno con sus propias aplicaciones tecnológicas.
El acelerador europeo de electrones XFEL, construido en un túnel de unos 3 km cerca de Hamburgo (Alemania), ya ha generado su primer pulso láser. Se trata del acelerador lineal superconductor más largo del mundo, con el que se podrán investigar estructuras y procesos a escala atómica y nanométrica a partir de septiembre.