Las mutaciones sesgadas pueden favorecer la estabilidad de las proteínas en pequeñas poblaciones bacterianas. Científicos del Centro de Biología Molecular Severo Ochoa (UAM-CSIC) y de la Universidad de Darmstadt han creado un modelo teórico que puede explicar la peculiar distribución del contenido de los nucleótidos A,T,G y C en los genomas bacterianos.