El cumplimiento de los acuerdos de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero conlleva desafíos pero también recompensas. Una investigación del Centro Vasco para el Cambio Climático ha evaluado el impacto de los nuevos objetivos de la COP26 en Glasgow y, si se llevan a efecto, se podría restringir el calentamiento global a 1,7-1,8 °C.
Los representantes de 196 países cerraron anoche un pacto en Glasgow que supone un progreso desigual hacia el objetivo de impedir que la temperatura del planeta suba más de 1,5 ºC a finales de siglo. Sin embargo, aumenta la presión para acelerar la ambición esta década y lograr la descarbornización de la economía.
Un análisis publicado en la revista Science muestra que con los compromisos actuales de los estados existe más de un tercio de probabilidades de evitar el aumento de la temperatura media global a 2 ºC. Pero los países deben seguir intensificando sus esfuerzos para que el objetivo se cumpla de verdad.
La celebración de la conferencia de Naciones Unidas sobre cambio climático (COP26) estaba prevista para el mes de noviembre en Glasgow, Reino Unido. Sin embargo, debido al impacto que está produciendo la pandemia en muchos países, se ha decidido aplazarla a 2021.