El satélite Gaia, considerado el GPS más preciso de la galaxia, está listo para cartografiar mil millones de estrellas y otros objetos estelares. El consorcio internacional DPAC –en el que participan científicos de la UNED– procesará la ingente cantidad de datos que envíe. La revista Astronomy & Astrophysics publica cómo funciona el cerebro de una de las unidades que conforman el DPAC, la CU8, encargada de extraer los parámetros físicos de las fuentes que observe Gaia.
Ilustración del satélite con la Vía Láctea al fondo / SA/ATG medialab / ESO/S. Brunier.
El 19 de diciembre la Agencia Espacial Europea pondrá en órbita la misión Gaia, un satélite que medirá las distancias y movimientos de mil millones de estrellas de la Vía Láctea con una precisión histórica. El proyecto cuenta con una nutrida participación de investigadores españoles.
La cercana galaxia NGC1277 se formó en los albores del cosmos, cuando el universo tenía dos mil millones de años, y ha permanecido inalterada desde entonces, por lo que constituye una ventana única al universo primitivo. Así lo revela un estudio de astrónomos del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC), que han detectado que el número de estrellas nuevas que se formaban en las galaxias masivas en aquel tiempo era mil veces mayor que el que ‘nacen’ ahora en la Vía Láctea
Imagen muy detallada de la Nebulosa de la Pata de Gato. / ESO
Recreación artística del bulbo central de la Vía Láctea / ESO
Un equipo internacional, liderado desde el Centro de Astrobiología (CSIC-INTA) ha detectado un gas molecular caliente que podría estar orbitando o cayendo hacia al agujero negro supermasivo oculto en el centro de la Vía Láctea. El estudio, que publica la revista Astrophysical Journal Letters, se basa en las observaciones del observatorio Herschel de la ESA.
Ilustración de una galaxia caótica sufriendo estallidos de formación estelar. / ESA, NASA, L. Calçada
La misión Gaia, que la Agencia Espacial Europea pondrá en órbita este otoño, será capaz de averiguar características físicas de decenas de miles de las estrellas ultrafrías de la Vía Láctea. Investigadores de la UNED han validado el método que se usará en la misión para este fin, según publican en la revista Astronomy & Astrophysics.