España sigue la tendencia de un progresivo proceso de envejecimiento de la población, según datos del Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas. La esperanza de vida mantiene el crecimiento sostenido de las últimas décadas y en 2011 se situó en 82,1 años (0,2 años más que en 2010), mientras que la edad media de los españoles fue de 41,4 años en ese mismo año. Asturias es la comunidad con una edad media más alta (46 años) y Ourense, la provincia (48,4 años).
La restricción calórica parecía la clave para aumentar nuestra longevidad. Sin embargo, una investigación realizada en monos Rhesus revela que este tipo de dieta no aumenta la esperanza de vida, aunque sí provoca ciertos beneficios. El hallazgo aparece publicado esta semana en la revista Nature.
Según un estudio de investigadores de la Universidad de Lleida, el CSIC y el Hospital General de L’Hospitalet, a partir de los 50 años los hombres tienen una probabilidad ligeramente menor que las mujeres de padecer una discapacidad, sobre todo la llamada “instrumental”.
Hasta ahora se pensaba que los humanos envejecían más lentamente que otros animales. Investigadores norteamericanos y africanos han comparado por primera vez los patrones de envejecimiento de humanos, chimpancés, gorilas y otros primates, y han concluido en un estudio, publicado esta semana en Science, que el ritmo de envejecimiento humano no es “tan exclusivo”.
Si se redujera el nivel de partículas contaminantes en Barcelona al volumen aconsejado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), habría 3.500 muertes menos al año, y la esperanza de vida aumentaría en 14 meses. Así lo demuestra un estudio publicado en Gaceta Sanitaria que ha calculado también los beneficios económicos anuales.