Los incendios forestales son un fenómeno natural de los ecosistemas mediterráneos. En las últimas décadas, sin embargo, su repetición y extensión se han convertido en un importante problema económico, social y de conservación de la biodiversidad. El abandono de las actividades agrícolas, ganaderas y de explotación tradicional de los bosques ha propiciado la dinámica de los fuegos actuales. Hoy en día, la superficie forestal en Cataluña es de las más extensas que ha habido nunca y la estructura y la carga de las comunidades vegetales es muy propensa a la inflamabilidad.
El Consejo de Ministros ha aprobado hoy un Real Decreto para el desarrollo del Inventario del Patrimonio Natural y de la Biodiversidad, que será gestionado por el Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino (MARM), junto con las comunidades autónomas y las instituciones científicas. Este catálogo será clave para la conservación, gestión y uso sostenible del medio natural.
Aunque se ha estudiado el efecto que factores ambientales como el clima tienen en la variabilidad genética de las poblaciones naturales, hasta ahora no se había abordado el papel que juegan las interacciones entre las especies de plantas a escala local. Un estudio conjunto del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y la Universidad Rey Juan Carlos muestra por primera vez que estas interacciones entre distintas especies de plantas pueden determinar la estructura genética de sus poblaciones.
Unos 74.000 km2 podrían ser protegidos en la superficie marina canaria, según el informe Propuesta de áreas marinas de importancia ecológica. Islas Canarias, elaborado por la organización Oceana junto a la Fundación Biodiversidad. La extensión, sumada a la red de áreas marinas existente en el archipiélago, supondría proteger un área 100 veces mayor que el 0,15% actual, y permitiría cumplir lo establecido por la legislación internacional.
Una de cada siete especies amenazadas se encuentra en un zoológico o en un acuario. Para un grupo internacional de científicos, que ha estimado por primera vez el número de especies amenazadas en cautividad en el mundo, a través del Sistema Internacional de Información de Especies (ISIS, por sus siglas en inglés), esta cifra es “sorprendente”. El estudio, que se publica ahora en Science, sugiere que los zoos desempeñen un papel más activo en la conservación de la biodiversidad.
¿Cómo responde la biodiversidad a las perturbaciones provocadas por el cambio climático? Jordi Bascompte (Girona, 1967), investigador en la Estación Biológica de Doñana (CSIC), estudia este fenómeno en su trabajo La robustez de la red de la vida frente al cambio climático. La investigación ha recibido 1,7 millones de euros por parte del Consejo Europeo de Investigación (ERC) y es uno de los 13 proyectos españoles beneficiarios de estas ayudas (conocidas como Advanced Grants).
Pinsapos, abetos comunes, encinas, robles albar y alcornoques son las especies que más sufrirán los efectos del aumento de temperaturas. A esto se añade la situación de los vertebrados, que verán su territorio aún más reducido a finales de siglo. Los datos se desprenden de un estudio sobre los efectos del cambio climático en la biodiversidad española presentado hoy en Madrid.
La mejora de las condiciones ambientales ha permitido la expansión de la nutria (Lutra lutra) en Andalucía en los últimos 20 años. Sin embargo, la recuperación de las poblaciones de este mamífero ha sido “relativamente” lenta, y en algunas zonas, los impactos de las actividades humanas impiden todavía la presencia de la especie.
Un equipo de científicos ha descrito dos crustáceos cladóceros, que podrían ser endémicos de la Península Ibérica, y que se hallaron en dos lagunas, una en la cuenca baja del Guadalquivir y otra en una dehesa de Extremadura. Ambos artrópodos podrían habitar en la actualidad en más regiones del área Mediterránea.
La teoría de los barridos selectivos, usada por los genetistas durante los últimos 35 años para explicar la evolución humana, ha sido desplazada por el modelo de los cambios “sutiles". Así lo revela un estudio internacional, realizado con la información genética de 179 individuos, que revela cómo los pequeños cambios son cruciales en las modificaciones en los fenotipos humanos.