Los análisis de las muestras de ADN de tres parientes vivos de la Casa de Borbón revelan que los restos anteriormente atribuidos a Enrique IV y Luis XVI de Francia no pertenecerían a estos reyes. La investigación, publicada en el European Journal of Human Genetics, pone de relieve la importancia de la secuenciación del ADN de familiares vivos para proporcionar una identificación genética exacta de los restos históricos.
Un estudio en el que ha participado el CSIC ha logrado extraer material genético de la cabeza de Enrique IV, confirmando el parentesco del monarca con su descendiente Luis XVI a través del perfil genético del cromosoma Y. El ADN de ambos reyes pertenece a la misma línea de descendencia masculina separada por siete generaciones.