Los beneficios de la dieta mediterránea no hacen sino aumentar. Ahora, investigadores de EE UU han demostrado que comer sano mejoraría la esperanza de vida de la especie humana en diez años. Y, de la misma forma, con esos buenos hábitos “las emisiones de gases de efecto invernadero se reducirían en una cantidad equivalente a la de todos los coches, camiones, trenes, barcos y aviones”.
Las investigaciones efectuadas hasta ahora habían constatado que la Cova de les Teixoneres, ubicada en Moià (Barcelona), durante el Paleolítico medio había sido ocupada por neandertales y por grandes carnívoros. Dos nuevos estudios que se acaban de hacer públicos aportan más información sobre estas dinámicas ocupacionales de la cueva y, lo más importante, amplían el espectro de la fauna que hizo uso de la misma.
La ingesta de calcio, hierro y magnesio al comer un caqui es la adecuada según la recomendación diaria de alimentos. Así lo confirman investigadores de la Universidad de Valencia tras analizar el perfil mineral de más de 150 muestras de esta fruta recogidas en diferentes regiones de España. Los resultados también destacan la calidad de los 'kakis Ribera del Xúquer'.
El consumo de caracoles se generalizó a finales del Pleistoceno (hace unos 20.000 años), siendo muy frecuente durante el Holoceno inicial (hace sobre 11.600-8.900 años). Sin embargo, no se conocía con certeza cuándo y cómo fueron incorporados en la dieta humana. Los recientes descubrimientos en la Cova de la Barriada han aportado pruebas irrefutables sobre la selección, preparación y consumo alimenticio de los caracoles terrestres durante el periodo Gravetiense.
Un estudio realizado a partir de restos fósiles encontrados en una cueva gibraltareña concluye que los neandertales cazaban palomas de forma habitual como parte de su dieta. Hasta ahora, la explotación sistemática de aves estaba considerada una práctica exclusiva de la conducta humana moderna.
Un estudio liderado por las universidades de Barcelona (UAB) y York (Canadá) ha hallado evidencias de que los humanos prehistóricos tenían un conocimiento preciso de las plantas mucho antes del desarrollo de la agricultura. Tras extraer compuestos químicos y microfósiles de la placa dental calcificada de dientes antiguos, los investigadores han recabado información sobre su alimentación que incluía una planta, la castañuela o juncia real considerada hoy una mala hierba.
El análisis de los isótopos estables del carbono, el nitrógeno y el azufre en las plumas es una técnica efectiva para reconstruir la dieta del águila perdicera durante el periodo de cría. Así se desprende de un artículo publicado en la revista The Ibis, firmado por investigadores de la Universidad de Barcelona con la colaboración de la Universidad de Exeter (Reino Unido).
Frente a la idea de que los neandertales eran seres altamente carnívoros, un nuevo estudio publicado en la revista PlosOne sugiere que consumían una cantidad significativa de vegetales. En el estudio, liderado por Ainara Sistiaga de la Universidad de La Laguna y el Instituto Tecnológico de Massachusetts, se han analizado restos fecales de hace 50.000 años procedentes del yacimiento de El Salt en Alicante.
Vista del yacimiento arqueológico El Salt. / Ainara Sistiaga.
Investigadores españoles han estudiado en ratas cómo las dietas hiperproteicas podrían ser beneficiosas para los huesos, lo que ayudaría a poblaciones sensibles como ancianos y mujeres postmenopáusicas. El estudio revela que la proteína vegetal es más recomendable que la proteína animal, ya que aumentó hasta un 7% el nivel de calcio en los huesos.