Los retardantes de llama son compuestos químicos que se añaden a telas y plásticos para evitar que se incendien fácilmente, pero pueden llegar a ser tóxicos. Ahora un equipo de investigadores de España y Canadá ha detectado por primera vez algunos de estos contaminantes emergentes en huevos de halcón peregrino (Falco peregrinus) de los dos países.