Un nuevo estudio revela que los pacientes con enfermedad inflamatoria intestinal, que engloba tanto colitis ulcerosa como enfermedad de Crohn, pueden tener más riesgo de reinfección ante el coronavirus y podrían impulsar la aparición de nuevas variantes. Este grupo requiere una observación más estrecha para asegurar que la inmunidad adquirida por las vacunas funciona.
A pesar de que los casos de enfermedad de Crohn han aumentado, son los propios afectados los que buscan apoyo social y emocional para entender y afrontar la patología. Un nuevo estudio revela el desconocimiento de los médicos a la hora de planificar las estrategias de tratamiento y seguimiento de los afectados. La prevalencia de este trastorno ha aumentado en las últimas décadas y en la actualidad alcanza las 50-200 por cada 100.000 personas.
Científicos del Instituto de Investigación Vall d’Hebron (VHIR) han avanzado en el diagnóstico de la enfermedad de Crohn y el diseño de su tratamiento. Los expertos concluyen que se podría diagnosticar esta patología –un proceso inflamatorio crónico del tracto intestinal principalmente– por la determinación de ocho biomarcadores microbianos.
La enfermedad de Crohn es una patología inflamatoria intestinal que surge de la incidencia de factores ambientales sobre individuos genéticamente susceptibles. El Centro de Investigación del Cáncer de Salamanca acaba de publicar un trabajo en la revista Nature Communications que desvela uno de los mecanismos moleculares implicados en esta dolencia que sufren en mayor o menor medida unas 55.000 personas en España.
Un grupo de 85 expertos internacionales, entre los que se encuentran dos científicos vascos, considera que la enfermedad conocida como 'paratuberculosis bovina' (o enfermedad de Johne) podría erradicarse mediante programas de control, nuevas vacunas y el sacrificio de los animales infectados. Ésta es la principal conclusión de la reunión mantenida por los científicos el pasado febrero en la localidad escocesa de Inverness, dentro de un proyecto de la Comisión Europea (ParaTBTools).
Cuando los fármacos no funcionan y la cirugía no es factible, el trasplante de células madre procedentes de la médula ósea del propio paciente se presenta como una alternativa eficaz para el tratamiento de esta enfermedad crónica. El procedimiento ha sido probado con éxito en EE UU e Italia, donde se ha demostrado la remisión total de la enfermedad en el 80% de los casos, y una mejora considerable en la calidad de vida del 20% restante. Desde agosto de 2008, el Clínic ha aplicado esta terapia a un total de seis personas.