La Comisión de Salud Pública se ha emplazado a decidir este jueves si suministrarán el fármaco a personas mayores de 65 años, siguiendo las precauciones que ya han tomado otros países.
Las personas afectadas por tumores cancerosos son especialmente vulnerables a la covid. Investigadores y organizaciones de especialistas, incluida la Sociedad Europea de Oncología Médica, insisten en que deben vacunarse y piden que se considere como una prioridad de salud pública.
Los resultados preliminares de un ensayo con 20.000 participantes muestran una eficacia del 91,6 % de la vacuna Sputnik V contra la covid, y el porcentaje se eleva al 91,8 % en el caso de las personas mayores de 60 años. El medicamento ya ha sido autorizado en Rusia y otros 14 países.
Los expertos inciden en que no se trata de que la vacuna británica no sea segura, sino más bien en que, por precaución, debería volver a ser sometida a ensayos clínicos que incluyan a mayores de 65 años. La buena noticia es que, según un preprint publicado esta semana en The Lancet, la de AstraZeneca posee además una potencial capacidad para reducir la transmisión del virus.
Una de las preguntas clave de la pandemia es saber el tipo de inmunidad que genera el virus y el tiempo que se mantiene. Hay noticias positivas. La infección produce linfocitos B de memoria que no disminuyen seis meses después. Además, evolucionan. Los anticuerpos que producen tienden a ser más potentes y versátiles, y podrían ser más eficaces contra nuevas variantes.
La Sociedad Española de Oncología Médica ha presentado hoy el informe ‘Las cifras del cáncer en España 2021’, que señala cómo al continuo aumento de la incidencia habrá que sumar el retraso del 21 % de nuevos casos no diagnosticados durante la primera ola de la pandemia. Incluso con la covid-19, de enero a mayo de 2020 el cáncer fue la primera causa de muerte en hombres.