En España, siete de cada diez familias desperdician comida de manera habitual, en especial las que tienen hijos. Un estudio relaciona este grave problema social con las características socioeconómicas de la unidad familiar.
En entornos cada vez más urbanizados, las cacatúas australianas han desarrollado un comportamiento único para buscar comida: levantar las tapas de los contenedores. Un equipo de científicos demuestra por primera vez que esta compleja habilidad la han copiado observándose las unas a las otras.
Un estudio de la Universidad de Barcelona muestra cómo un mayor número de comidas diarias se asocia con un menor índice de masa corporal y un mejor funcionamiento del reloj circadiano.
Científicos del Instituto Salk de California, con el español Juan Carlos Izpisúa a la cabeza, han descubierto en ratas cómo la restricción calórica previene los efectos negativos del envejecimiento en las células.
Un equipo de investigadores liderados por la Universitat Pompeu Fabra ha descubierto la implicación de determinadas áreas corticales en el cerebro en la pérdida de control de la ingesta de comida. El estudio se ha realizado en ratones.
Investigadores españoles han puesto de manifiesto que, a más velocidad en la ingestión, mayor es el riesgo de presentar hipertrigliceridemia, considerada un factor de riesgo cardiovascular. El estudio apunta que utilizar estrategias dirigidas a disminuir dicha velocidad podrían ser útiles para combatir las enfermedades cardiometabólicas.
Un estudio realizado por científicos de la Universidad de Granada indica que la obesidad y las restricciones en la ingesta de alimentos se relacionan con una reducción del placer. Estas conclusiones son válidas incluso con limitaciones triviales, es decir, ponerse a dieta de forma temporal.
Llevar una dieta sana es fundamental para prevenir problemas de salud. Investigadores de EE UU han desarrollado un innovador sensor de 2x2 milímetros que se coloca en un diente y monitoriza los fluidos ingeridos y después transmite la información de forma inalámbrica. Así se pueden obtener los niveles de glucosa, sal o alcohol que consumimos.
Un estudio realizado en Granada analiza un tipo de pan enriquecido con fibra soluble, proteínas y fruta desecada que reduciría el consumo de alimentos entre comidas y, por lo tanto, permitiría controlar de forma adecuada el consumo de energía. Este panecillo incorpora un 22% de frutas secas en su composición y una mezcla equilibrada de cereales.
Una investigación realizada en la Universidad de Granada señala que el nivel de desnutrición en las residencias de mayores es alto, mucho mayor que en el caso de aquellos ancianos que viven independientes en sus casas. En ninguno de los menús analizados en las instituciones se alcanzó las recomendaciones de verduras, fruta, productos lácteos, aceite de oliva, legumbres, o frutos secos, mientras que el aporte de dulces y azúcar en ellos fue excesivo.