“Ningún científico deja de serlo ni siquiera un minuto”, dice Juan Luis Arsuaga para explicar que, allá donde va de vacaciones, él encuentra riquezas naturales de las que aprender. “Recomendaría a todo el mundo visitar la sierra de Guadarrama, que ahora es Parque Nacional”.
Mientras Xurxo Mariño, neurocientífico y divulgador, realizaba una estancia posdoctoral en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), descubrió un puente con unas misteriosas cifras cada pocos pasos. Ahora, explica a SINC el significado de estas marcas, que tienen origen en una novatada, y recomienda darse un paseo por él si se viaja a Boston este verano.
Cuando se le pregunta a Ramón Núñez Centella si podría recomendar un lugar con sabor científico para visitar este verano, exclama: “¡Claro, hay muchos! Pero los que me han dejado una huella más intensa están en Italia”. El director del Museo Nacional de Ciencia y Tecnología (MUNCYT) disfruta visitando los lugares clave de la vida de Galileo en Roma, Florencia y Pisa. Como él dice, le gusta practicar el ‘culto laico’.
Para quienes no disfrutan las largas horas de cola frente a la torre Eiffel o el London Eye, existe otra manera de visitar ciudades: a través de los hitos de la historia de la ciencia. Proponemos un recorrido por los tesoros científicos de Europa, alejado de los circuitos de masas.