Los atentados de la semana pasada en París, perpetrados en nombre de un dios, reabren una herida mal cicatrizada en Europa. El mundo vuelve a mirar hacia el fundamentalismo religioso. Un nuevo estudio demuestra que entre los musulmanes que viven en Europa, la hostilidad hacia otras minorías no es un fenómeno aislado; pero tampoco es sinónimo de violencia. Según su autor, Ruud Koopmans, director del Centro de Ciencias Sociales WZB de Berlín (Alemania), “el Islam no es el problema”.
Manifestación de musulmanes frente a la Estación de Atocha en Madrid en contra de los ataques producidos en París la semana pasada que se han cobrado la vida de 17 personas. / EFE
Un gráfico publicado por la filial francesa de Twitter muestra el récord del hashtag #JeSuisCharlie en todo el mundo. La etiqueta, creada como muestra de apoyo a las víctimas del atentado contra la redacción parisina del semanario satírico Charlie Hebdo, ya se ha situado como una de las más utilizadas de la historia de esta red social con más de cinco millones de tuits.