Los lingüistas Emilio Martínez Mata, de la Universidad de Oviedo, y Clark Colahan, del Whitman College, en EE UU, han editado el manuscrito de una desconocida recreación teatral de El Quijote en la Inglaterra del siglo XVIII, que ha sido publicado por la Universidad de Harvard.
En un lugar de Madrid, el 22 de abril de hace 400 años, fallecía el padre del hidalgo más tierno de la literatura universal, Miguel de Cervantes. En sus 69 años de vida, el escritor fue testigo de una España en transición del Renacimiento al Barroco, donde se vivió un florecimiento literario y científico importante, a pesar de las dificultades. La ciencia, sobre todo la neurociencia, y los valores sociales de aquella época han sido analizados por investigadores de la Universidad Complutense de Madrid y de la Universidad de Alcalá.
Cervantes ya es una estrella y los personajes del Quijote sus planetas. / Estrellacervantes.es
Desde ahora, Cervantes dará nombre a la lejana estrella μ Arae, y Quijote, Rocinante, Sancho y Dulcinea serán sus cuatro planetas. Esta propuesta de la Sociedad Española de Astronomía y el Planetario de Pamplona ha ganado en el concurso internacional NameExoWorlds organizado por la Unión Astronómica Internacional (IAU). Hay otro vencedor español: un planeta se llamará Hypatia, como la asociación cultural de la facultad de Física de la Universidad Complutense de Madrid.
¿Es posible llamar Cervantes a la estrella mu Arae, y Dulcinea, Rocinante, Quijote y Sancho a sus cuatro planetas? Claro que sí. Este el mensaje que lanzan la Sociedad Española de Astronomía, el Planetario de Pamplona y el Instituto Cervantes para animar a votar por internet para que el genio de las letras españolas tenga su astro en el universo.
Hace una semana se inauguró el monumento funerario a Miguel de Cervantes en el convento de Las Trinitarias de Madrid, pero ¿realmente guarda los restos del autor de El Quijote? Los historiadores y científicos que los han analizado están prácticamente seguros de que sí, aunque si se pudiera realizar un cotejo con el ADN de algún familiar se podría aclarar el misterio. Los huesos de la abuela, los bisabuelos y tatarabuelos maternos del escritor, todos de familia adinerada y enterrados en la iglesia de Arganda del Rey, podrían tener la llave.
Tres urnas con los restos de Cervantes y otra quincena de individuos reposan detrás del monumento dedicado al autor de El Quijote que se ha inaugurado hoy en el convento de Las Trinitarias de Madrid. El acontecimiento ha sido posible gracias al trabajo conjunto de historiadores y científicos, que confían en que el cambio de gobierno municipal no demore más los pagos por su investigación.
La búsqueda de los restos de Cervantes ha devuelto a la actualidad la importancia de la antropología forense para desvelar los secretos de los huesos, sean los de una momia andaluza de la edad de Bronce, los de unos íberos masacrados o los de una joven princesa noruega enterrada en Castilla. Otras técnicas, como el carbono 14 han ayudado a datar a los amantes de Teruel, y el ADN ha confirmado la identidad de un corsario canario y del mismísimo Cristóbal Colón.