"Uno de cada dos" o "más mujeres que hombres" son algunas de las habituales expresiones que acompañan muchas informaciones que basan su hecho noticiable en una cifra. Porcentajes, estadísticas, gráficas y en general un buen puñado de números suelen ser manidos argumentos para defender determinados hechos. El rigor de las informaciones se agarra a la indiscutible realidad de que las matemáticas son una ciencia exacta. Sin embargo, no se trata de poner en duda este argumento, sino más bien de reflexionar sobre el hecho de que la interpretación que se saca de dichos números no siempre es del todo exacta.