Ejemplar de lobo ibérico. Imagen: Netícola – Raúl A
El lobo ibérico habita en entornos naturales cada vez más humanizados y con recursos alimentarios limitados, y su presencia no es siempre bienvenida. Pero, según investigadores españoles, la disponibilidad de comida tiene un papel secundario frente a las características del paisaje –donde encuentra refugio– para persistir en ambientes de Galicia dominados por el humano.