Un nuevo estudio de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA, por sus siglas en inglés), agencia científica del Departamento de Comercio de EEUU, demuestra que reducir las emisiones de otros gases diferentes al dióxido de carbono (CO2), “rey indiscutible” del cambio climático, podría ralentizar el efecto invernadero.
Zona de corales de agua fría con redes de pesca de arrastre enganchadas. Imagen: CSIC.
Las montañas submarinas, los corales de agua fría, los taludes superiores de los márgenes continentales y los cañones submarinos son los ecosistemas del mar profundo que mayor riesgo corren a corto y medio plazo. Según el estudio publicado en PLoS ONE, la presión pesquera, el cambio climático, la acidificación oceánica, la contaminación química y la acumulación de basuras amenazan estos ecosistemas.
Un equipo de investigadores ha estudiado la evolución de la futura distribución de los hábitats de los bosques vascos y determina que el cambio climático podría alterar las condiciones necesarias para el crecimiento de un árbol tan representativo de la tierra vasca como el roble (Quercus robur). Según los resultados obtenidos por Neiker-Tecnalia, en la región no se darían las condiciones de humedad y temperatura necesarias para su desarrollo a finales de siglo.
El cambio climático, la presencia de contaminantes emergentes como los fármacos humanos y animales, y la sobreexplotación de recursos hídricos son las principales amenazas de los ríos españoles. Así lo han confirmado un grupo de científicos en las jornadas Conservación fluvial. Amenazas, retos y oportunidades para un futuro sostenible, organizadas esta semana por la Fundación BBVA en Madrid.
El grupo de investigación Modelización Econométrica y Matemática de las Pesquerías (Mempes Aea) de la Universidad de Huelva ha participado en el proyecto internacional Southern European Seas: Assessing and Modelling Ecosystem changes (SESAME) cuyo objetivo principal ha sido la evaluación de los cambios que se han producido en los mares del sur de Europa –Mar Mediterráneo y Mar Negro – durante las últimas cinco décadas con el fin de predecir un panorama a 50 años vista.
El cambio climático y el consecuente deshielo del Ártico han provocado que una especie de plancton llamada Neodenticula seminae reaparezca en el Atlántico Norte, donde se extinguió hace 800.000 años. La disminución del hielo polar ha permitido abrir un corredor noroeste desde el Pacífico, a través del Polo Norte, hasta el Atlántico.
StalAge es un algoritmo de cálculo descargable y de uso gratuito para toda la comunidad científica, presentado en la revista Quaternary Geochronology, para la construcción de modelos de datación por series de uranio de espeleotemas
Un estudio canadiense, publicado en Nature Geoscience, cuestiona la eficacia de plantar bosques en terrenos ocupados por áreas de cultivo para luchar contra el cambio climático, porque las temperaturas registran descensos “poco significativos”. Sin embargo, en los trópicos el calentamiento disminuye más, comparado con las zonas nórdicas y boreales.