Desaparecen las playas y con ellas las esperanzas de muchos africanos que dependen del mar para sobrevivir. Las orillas de los países que circundan el Atlántico sudoeste se hunden a un ritmo desenfrenado por el aumento del nivel del mar, que se come en ciertas zonas hasta 10 metros de playa y cuestiona el tamaño de los países. El agua se traga hogares, hoteles, carreteras e incluso cementerios, donde el océano levanta las lápidas y deja los huesos flotando.
Mediante análisis de medidas con georradar realizadas desde la superficie de la Isla de Livingston en la Antártida y desde un helicóptero, un grupo de investigadores de la Universidad Politécnica de Madrid estudiarán la pérdida de masa sufrida por los glaciares y cómo ha contribuido al incremento del nivel del mar.
Dejar de ver a las mujeres y otros colectivos desfavorecidos como simples víctimas y favorecer su incorporación en la toma de decisiones sobre la gestión de recursos naturales es fundamental para enfrentarse de manera más eficaz a las crisis ecológicas. Una colección de estudios en la que participa el Centro de Investigación Ecológica y Aplicaciones Forestales aborda cuestiones de cambio ambiental global desde una perspectiva feminista y multidisciplinar.
En Marrakech, donde culminó anoche la Cumbre del Clima, se han dado los primeros pasos para que el acuerdo se adapte a partir de 2020, pero se terminará su puesta en marcha en 2018. La cumbre ha sido rotunda ante la elección de Donald Trump: los países se han reafirmado y unido en la lucha contra el cambio climático.
Ya no llueve en los olvidados montes del norte del Sáhara. El agua se ha convertido en un bien tan inaccesible que se necesitan varias horas a pie para recogerla. Pero a las bereberes de esta región del sur de Marruecos aún les queda la niebla, que han aprendido a ‘cosechar’ gracias a la antropóloga marroquí Jamila Bargach y a la geógrafa canaria María Victoria Marzol. Juntas han instalado un sistema de mallas que captura y filtra agua de las nubes para que estas aldeas no vuelvan a pasar sed.
El populismo creciente que cuestiona problemas como el cambio climático y la poca representación femenina en los Premios Nobel son algunos de los desafíos que preocupan a la Fundación Nobel en estos momentos, según su director ejecutivo Lars Heikensten. Este doctor en Economía ha participado en una jornada del Consejo de Fundaciones por la Ciencia, celebrada en la sede de la Fundación Ramón Areces, en Madrid.
Estos días en Marrakech se están fijando los mecanismos para conseguir la meta del Acuerdo de París: reducir las emisiones de CO2 y no superar los 2 ºC de aumento de la temperatura en 2100. Alemania, seguido de EE UU y México han sido los primeros países en presentar estrategias de descarbonización para 2050. Hoy lo harán Canadá, Perú y Suiza, entre otros. España se ampara en el contexto europeo, pero con la futura ley de Cambio Climático –anunciada en diciembre de 2015 por Mariano Rajoy– pretende llegar a objetivos más ambiciosos.
El cambio climático es una cuestión personal para él. John Kerry ha viajado por última vez a una cumbre del clima como secretario de Estado de EE UU y ha querido lanzar un mensaje al mundo y al recién presidente electo de EE UU: “Nadie debería dudar de la abrumadora mayoría de ciudadanos estadounidenses que saben que el cambio climático está sucediendo y que están dispuestos a mantener nuestros compromisos de París”.