La fosfina (PH3), una de las formas más estables del fósforo, ha sido detectada por primera vez por científicos españoles fuera del sistema solar. La importancia de esta detección radica en que el fósforo está presente en todas las formas de vida conocidas, por lo que el descubrimiento de esta molécula es un paso hacia una mejor comprensión de la química del fósforo en el cosmos.