Un equipo internacional liderado por investigadores españoles ha comprobado que estos sistemas CRISPR Cas arcaicos revitalizados no solo funcionan, sino que son más versátiles que las versiones actuales y podrían tener “aplicaciones revolucionarias”. Los autores indican que este trabajo abre nuevas vías en la manipulación de ADN y en el tratamiento de enfermedades como el cáncer o la diabetes.