Al menos 16.000 personas mueren de forma prematura por culpa de la contaminación en España, según estima el Ministerio de Medio Ambiente, y Medio Rural y Marino (MARM). Esta cifra multiplica por siete a la de fallecidos en accidentes de tráfico en 2010. Los niños, ancianos, enfermos crónicos o con patologías cardíacas son los colectivos más vulnerables a este problema ambiental.
En España es relativamente común, sobre todo en núcleos urbanos, toparse con gasolineras rodeadas de viviendas. Según investigadores de la Universidad de Murcia (UM), los efectos de la contaminación, que se concentra en las gasolineras y que podría tener efectos nocivos para la salud, se perciben desde los edificios que están a menos de 100 metros de las estaciones de servicio.
El Consejo de Ministros ha aprobado hoy dos Reales Decretos que actualizan y mejoran tanto la normativa de calidad del aire como la regulación de las actividades contaminantes de la atmósfera. El Gobierno pretende prevenir y reducir así los efectos nocivos de estos agentes sobre la salud y el medio ambiente.
Un grupo interdisciplinar de científicos de la Universidad de Zaragoza investiga desde hace ocho años el impacto del ser humano en la evolución y futuro de los ibones del Pirineo aragonés. Entre los factores de contaminación que están modificando el ecosistema natural de estos lagos destacan el importante volumen de desperdicios derivado de la presencia de turistas, la materia orgánica procedente de la ganadería de alta montaña, la suelta de peces y la presencia de metales pesados.
La calidad del aire de la capital rebasó, en 2010, los valores límite que fija la legislación europea.
Por su valor ecológico, el humedal Estero de Domingo Rubio, situado cerca del Paraje Natural Marismas del Odiel en el estuario de Huelva, cuenta con protecciones regionales, estatales e internaciones. Sin embargo, sus arroyos tributarios y la Ría de Huelva le aportan contaminantes de origen antropogénico que pueden afectar a la calidad del agua y al ecosistema.