Experimentos con ratones revelan un potencial nuevo tratamiento que podría transformar el cáncer de mama triple negativo en una enfermedad controlable. Investigadoras del Centro de Regulación Genómica y del Vall d'Hebron señalan que aún queda trabajo por realizar antes de llegar a las pacientes, pero que cada avance en la comprensión de los mecanismos de esta dolencia constituye una buena noticia.
Entre los proyectos científicos financiados por la agencia dependiente del Ministerio de Ciencia e Innovación en los últimos cinco años destacan diversos trabajos centrados en técnicas genéticas para combatir la metástasis o la resistencia a fármacos y tratamientos.
Un estudio liderado por el Instituto de Bioingeniería de Cataluña demuestra que la laminina, una proteína presente en los tejidos mamarios, tiene un papel fundamental en la evolución de los tumores sólidos, como los de mama. El mecanismo se ha demostrado in vitro, pero se cree que también podría funcionar in vivo, a partir de lo observado en muestras de pacientes.
El diseño, desarrollado por científicos del Centro de Investigación del Cáncer, va ligado a biomarcadores moleculares, que permiten identificar el tipo de tumor de cada paciente. Mediante técnicas de aprendizaje automático de inteligencia artificial, esta nueva 'firma' puede contribuir a mejorar el diagnóstico y, sobre todo, el pronóstico de la enfermedad.
Un equipo español desarrollará réplicas virtuales de mujeres con cáncer de mama para conocer con precisión la reacción individual al tratamiento. El estudio podría identificar una nueva diana para la terapia oncológica.
Una investigación liderada por un equipo del Instituto Hospital del Mar de Barcelona ha determinado el papel de las células que contribuyen a la formación de los tejidos, los fibroblastos, en la capacidad de los tumores de generar resistencia al tratamiento biológico más habitual dirigido contra la proteína HER2.
El fármaco trastuzumab deruxtecan mejora la supervivencia libre de progresión del cáncer de mama HER2-positivo en un 75,8 % de las pacientes. Los resultados del estudio, liderado por el International Breast Cancer Center y publicados en The New England Journal of Medicine, son “los más positivos en la historia”, según los autores.
Un estudio de un equipo del hospital barcelonés ha demostrado en ratones transgénicos que una proteína terapéutica, utilizada hasta ahora para atacar tumores primarios, puede también funcionar en casos de metástasis en esta forma de cáncer.
HER2DX, el primer test diagnóstico especializado en cáncer de mama HER2-positivo en el mundo, predice la supervivencia de las pacientes y la posibilidad de responder a los tratamientos farmacológicos mediante el análisis del ARN de 27 genes. Ha sido validado en más de 1.000 pacientes.
La infiltración de células inmunitarias dentro de los tumores ayuda a su eliminación. Un estudio publicado en Nature con la participación de expertos españoles demuestra que una proteína de la superficie de las células tumorales mamarias crea ‘escudos’ de colágeno para bloquear su entrada. Evitar la unión de esta proteína con el colágeno inhibe significativamente el crecimiento del cáncer.