La activación del oncogén JAK2 contribuye de manera decisiva a la transformación de células del sistema inmunitario normal en malignas y, por tanto, al desarrollo de linfomas linfoblásticos T. Los resultados se publican en la revista Leukemia.
Experimentos con palomas han demostrado que pueden diferenciar tumores de mama benignos y malignos en imágenes biomédicas. Es más, son capaces de aprender a clasificarlas. Los investigadores no creen que estas aves acaben siendo usadas en hospitales, "pero sí podrían utilizarse para desarrollar buenos materiales de formación, y evaluar la calidad de nuevas técnicas de imagen".
Un equipo internacional, con la participación del Centro de Investigación del Cáncer de Salamanca, acaba de publicar los primeros resultados del proyecto Halifax, cuya meta es desarrollar nuevas terapias contra el cáncer a partir de compuestos ya existentes y que tengan una toxicidad menor que los tratamientos actuales. Este nuevo enfoque terapéutico está basado en la mayor parte de los casos en productos fitoquímicos.
Un nuevo estudio sostiene que la clave no es la cantidad de células que forman un tumor, sino cómo se diferencian para convertirse en un tipo celular específico. Los resultados evidencian que los oncogenes, los genes que provocan el cáncer, determinan la diferenciación de las células madre que sostienen la leucemia.
Un equipo de científicos ha analizado las causas por las que el glioblastoma multiforme, uno de los tumores cerebrales más agresivos, es resistente a los fármacos. Este hallazgo podría servir para la búsqueda de nuevos marcadores de resistencia y para el diseño de nuevas estrategias terapéuticas que eludan dicha resistencia. Los resultados han sido publicados en dos artículos en la revista Plos One.
Poco después de que la Agencia Internacional de Investigación sobre el Cáncer diera a conocer sus resultados sobre carcinogeneidad de la carne roja y la procesada, los titulares sensacionalistas se sucedieron: “La OMS dice que las salchichas y el bacon son cancerígenos”. Aunque para los científicos pueda ser clara, no se trata de una clasificación fácil. La clave está en entender no solo qué significa “cancerígeno para los humanos” sino también en cómo se hace y en qué se basa esta clasificación.
La última revisión de la IARC no le pide a la gente dejar de comer carnes procesadas, sino que limite su consumo. / Fotolia
Ante el revuelo causado a raíz de la última nota de prensa de la Agencia Internacional de Investigación en Cáncer relativa al consumo de carne procesada, la Organización Mundial de la Salud publicaba ayer una nueva nota aclaratoria. El organismo recuerda que no ha pedido a la población dejar de comer este tipo de carne, sino que informa de que reducir su consumo puede disminuir el riesgo de sufrir cáncer colorrectal, algo que la comunidad científica conocía desde hace tiempo. Lo saludable es seguir la dieta mediterránea.
Más de 50 científicos de siete países firman uno de los mayores avances en oncología desde hace más de un siglo. Han descubierto que los tumores primarios envían sondas mensajeras capaces de convertir a otros órganos en lugares acogedores para las células cancerosas. Además, estos destacamentos del tumor llevan etiquetas que definen cuál será su próxima víctima. El hallazgo es clave para interceptar el proceso metastásico.