El ritmo biológico día-noche se denomina ciclo circadiano y provoca que determinados órganos y tejidos estén más activos a ciertas horas que a otras. Este ritmo circadiano está regulado por un reloj biológico localizado en el cerebro pero que se extiende a todas las células de nuestro organismo, quizás como un mecanismo de reminiscencia mantenido a lo largo de la evolución desde los tiempos en los que éramos una sola célula. La alteración de estos ciclos de sueño y vigilia está asociada con problemas de salud en los seres humanos. Si nos fijamos en el cáncer, sabemos que sus células no respetan estos ciclos circadianos y están siempre activas, es decir, “despiertas”.