Un estudio del Museo Nacional de Ciencias Naturales ha descubierto nueve especies de crustáceos del superorden Anostraca en charcas estacionales de los campos del interior peninsular. Estos crustáceos llevan en la Tierra desde el Jurásico, por lo que se los considera fósiles vivientes. Los anostráceos son bioindicadores y su presencia supone una referencia importante a la hora de evaluar la calidad del las aguas.