La práctica del feeding–dar alimentos a los animales salvajes para atraerlos– está alterando el comportamiento y los hábitos alimentarios de la tortuga verde en Canarias. Así se desprende de un estudio publicado en la revista Science of the Total Environmentpor un equipo en el que participa Lluís Cardona, de la Facultad de Biología y del Instituto de Investigación de la Biodiversidad de la Universidad de Barcelona (IRBio).
Para conocer la caducidad de los alimentos, el sector alimentario realiza estudios de estabilidad que le permite saber la evolución de las propiedades con el paso del tiempo. El centro tecnológico AINIA ha desarrollado una herramienta informática que permite predecir la vida útil de los alimentos poco perecederos, así como comparar entre diferentes lotes y validar su vida útil, con mayor rapidez.
Cuando las setas se hierven o fríen se reduce su valor nutritivo y capacidad antioxidante, pero si se cocinan a la plancha o al microondas apenas pierden nutrientes y mejora su actividad antioxidante. Así lo revelan los análisis de las cuatro especies de hongos más consumidas en el mundo tras someterlas a diferentes tratamientos culinarios.
En el mercado europeo se ha comenzado a detectar azafrán adulterado con extractos del fruto de la gardenia, un producto prohibido en Europa. Para confirmar las partidas fraudulentas, investigadores de la Universidad de Alcalá han patentado una técnica cromatográfica que permite identificar el genipósido, un compuesto que solo llevan los frutos de la gardenia pero no la flor del azafrán.
Los nuevos diseños en envases biodegradables para alimentos pueden suponer hasta un 16% de ahorro en material, según los resultados del proyecto SOSTPACK en el que participan los centros tecnológicos AINIA y AIMPLAS. Las primeras demostraciones se han realizado con envases tipo bandeja y bolsa en productos como snacks, bebidas lácteas y carnes.
Científicos de España y Argentina han demostrado que nuestros estados psicológicos modifican el sabor de los alimentos que comemos y provocan que la comida nos sepa más o menos amarga, dulce o ácida. El estudio indica que alimentos como el café y el chocolate parecen sufrir variaciones si nos sentimos estresados, tenemos hambre o nos preocupa el peso.
Hace unos días, la Organización Mundial de la Salud instaba a los gobiernos a fijar un impuesto para las bebidas azucaradas, una medida considerada exagerada por algunos sectores. Aunque hay que diferenciar entre consumo esporádico y abuso, lo cierto es que, en las dos últimas décadas, la epidemia mundial de la obesidad ha propiciado el incremento de enfermedades metabólicas y el aumento de factores de riesgo para enfermedades cardiovasculares. Numerosos estudios han demostrado que si aumenta el precio de las bebidas, disminuye su ingesta.
Investigadores de las Universidades de Jaén y São Paulo (Brasil) han estudiado la viabilidad de aplicar estructuras microscópicas construidas con microorganismos que repelan los microbios nocivos de los objetos e instrumentos de los procesos productivos. Han analizado una colección de bacterias procedentes de alimentos fermentados brasileños como quesos, con propiedades bactericidas que evitarían infecciones y pérdidas por contaminación en la industria alimentaria.
Un equipo de investigadores de instituciones y empresas españolas ha desarrollado una aplicación de teléfonos móviles que da al consumidor acceso a la información nutricional de los alimentos que adquiere. El sistema proporciona una valoración sobre hidratos de carbono, proteínas, grasas y azúcares de los productos y ofrece alternativas para una dieta equilibrada.
Investigadores de las universidades de Alcalá y Valladolid han desarrollado un método y un software, basado en representaciones gráficas, que permite analizar los alimentos de forma visual, rápida y en tiempo real. La técnica ofrece una buena relación calidad-precio en comparación con la formación y entrenamiento que requiere un panel de catadores expertos.