La Plataforma SAM, Seguridad Alimentaria y Medios de Comunicación, ha publicado esta semana su tercer cuaderno Monográfico SAM. El documento, en catalán, se titula "¿Es seguro lo que comemos? La seguridad alimentaria en los medios de comunicación" y resume el debate que se generó en el acto de presentación del Informe SAM 2008 que la plataforma elabora anualmente para analizar la cobertura periodística sobre temas de seguridad alimentaria, tanto en términos de salubridad como de abastecimiento.
La cueva francesa de Arago.
Científicos de la Universidad de Granada han empleado dos novedosas técnicas, la electroforesis capilar y la cromatografía líquida de alta resolución, que les han permitido identificar y cuantificar gran parte de los compuestos fenólicos de estos alimentos. Estos compuestos poseen un efecto quimioprotector en seres humanos y una gran influencia en la estabilidad a la oxidación que presentan los alimentos
Un grupo internacional de investigadores ha estudiado la relación entre los horarios de la comida y la elección de los alimentos en la población española de 25 a 49 años. El estudio, que aparece en el último número de la revista Appetite, analiza casos concretos de comida, en especial las frutas. Los resultados confirman que el 66% de las personas adultas que reside en España come fruta en las comidas principales y preferentemente de lunes a viernes.
¿Cómo influye la manera de cocinar sobre el contenido de contaminantes químicos en los alimentos? Un equipo científico de la Universidad de Barcelona y la Universidad Rovira i Virgili han evaluado estos efectos en alimentos de amplio consumo en Cataluña y las consecuencias de su exposición a través de la dieta. Como conclusión, los autores apuntan que la influencia del método de cocinar sobre los niveles de los contaminantes analizados no se puede generalizar, ya que éstos varían no sólo en función del método de cocción, sino especialmente en función de qué alimento se trate. Los resultatdos, en todo caso, no corroboran la hipótesis de que el cocinado de los alimentos reduzca significativamente el contenido de contaminantes químicos.
El centro tecnológico experto en investigación alimentaria AZTI-Tecnalia ha puesto en marcha una planta de biogás con la que investiga nuevos sistemas de producción de energía sostenible basados en la utilización de residuos y subproductos provenientes de la industria alimentaria. Esta nueva planta explota el enorme potencial que representa la obtención de biogás a partir de la materia orgánica contenida en los residuos agroalimentarios, y ayudará a la industria alimentaria a reducir el impacto ambiental que provocan los residuos orgánicos en el medio ambiente.