La Península Ibérica es el área con mayor superficie de alcornocales en todo el mundo. Sin embargo, en España, el alcornoque (Quercus suber), de cuya corteza se extrae el corcho, está amenazado. La falta de regeneración natural, el abandono, y la rivalidad con la producción de tapones de plástico ponen en duda su supervivencia.
Investigadores de la Universidad Politécnica de Madrid han desarrollado una técnica de regeneración por embriogénesis somática para el alcornoque. Los embriones así obtenidos son encapsulados para su manejo como semillas artificiales, de modo semejante a las naturales, y se aplican en la mejora forestal.