En la escena de un crimen, además de las huellas dactilares y biológicas, la policía científica también extrae olores humanos que solo los perros pueden percibir, identificar y memorizar para encontrar al culpable. Un nuevo estudio científico, que ha seguido la labor de 13 perros, protagonistas de nuestro #Cienciaalobestia, confirma que los perros no se equivocan al identificar los olores.