Un equipo de entomólogos ha descubierto que las peculiares estructuras alares y forma de ‘nadar’ en el aire del escarabajo de ala emplumada, un coleóptero de menos de medio milímetro, le permiten volar a velocidades similares a las que alcanzan otros insectos que lo triplican en tamaño.
Investigadores europeos han desarrollado un modelo de aprendizaje automático que, partiendo de los niveles en sangre de 14 proteínas, es capaz de pronosticar si una persona en estado grave a causa del coronavirus saldrá o no con vida de la unidad de cuidados intensivos. En una prueba con 24 pacientes críticos ha acertado la evolución de 23.