Existen pocos lugares en el mundo donde las relaciones entre la agricultura y la conservación sean tan tensas, y eso ocurre en las selvas de Madagascar, cada vez más sustituidas por cultivos de arroz. Esta presión se reduce gracias a la actividad de los murciélagos, protagonistas de #Cienciaalobestia, porque se alimentan de las plagas de insectos que diezman los campos y evitan más deforestación.