Ésta es una técnica de fácil aplicación en cualquier UCI. El estudio demuestra que es muy beneficiosa si se aplica justo después de la extubación en pacientes con enfermedad respiratoria crónica y indicadores de gravedad elevados. Las complicaciones después de la extubación se reducen en más de un 30% y la supervivencia a 90 días mejora en un 20%. Las conclusiones del trabajo harán cambiar la práctica clínica internacional.