Tras monitorizar a un grupo de pequeños crustáceos, protagonistas del #Cienciaalobestia, en un puerto del sureste de Reino Unido, un equipo de científicos descubrió que estos invertebrados tenían hasta el 70 % menos de esperma que en zonas menos contaminadas. El trabajo mostró también que en el área de estudio los individuos eran seis veces menos numerosos por metro cuadrado que los que vivían en aguas limpias.