La contaminación acústica provocada por el ser humano podría afectar al comportamiento reproductivo de ciertas especies como el grillo de dos manchas. Las hembras, protagonistas del #Cienciaalobestia, se vuelven menos selectivas a la hora de elegir pareja, distraídas por el ruido del tráfico, lo que podría tener consecuencias para el futuro éxito de la especie.