El método, desarrollado por el CSIC, consigue sacar los contaminantes del agua y degradarlos hasta hacerlos desaparecer, lo que tiene grandes aplicaciones en plantas de tratamiento de residuos. Supone un proceso verde y energéticamente eficiente para eliminar microplásticos provenientes de cosméticos.
Tras la confirmación de la sexta persona que logra la remisión de este virus, conocida como el ‘paciente de Ginebra’, un estudio revela cómo, a diferencia de las cinco anteriores, ha recibido células madre de un donante que no presentaba la mutación CCR5Δ32, conocida por conferir protección frente a la infección. Treinta y dos meses después de interrumpir la terapia, la carga viral permanece indetectable.