El tsunami de Japón en marzo de 2011 destapó una oleada de negligencias relacionadas con el desastre nuclear que originó. Un estudio científico, liderado por españoles, ha detectado por primera vez las plantas atómicas más susceptibles a sufrir los efectos de un tsunami. En total están en zonas peligrosas 23 centrales –incluida Fukushima I– con 74 reactores, localizadas en el este y sureste de Asia.