¿Habían pensado alguna vez que esperar el autobús puede ser perjudicial para la salud? Pues lo es, si están expuestos al humo del tabaco. Así lo contempla un estudio realizado por científicos españoles, que ha analizado la saliva de 92 jóvenes. El 40% no fumaba, tampoco sus familiares, pero tenían restos de nicotina. Los expertos lo atribuyen al humo que respiran cuando esperan el transporte público.
En la parada del autobús no está prohibido fumar. En el metro o el tren sí, pero mucha gente incumple la norma y con ello, según los científicos, aumenta el riesgo de sufrir enfermedades para los fumadores pasivos. Hasta un 30% de los no fumadores se sienten sobreexpuestos al humo. Ahora los científicos piden más rigor en la aplicación de la ley Antitabaco.