El Ministerio de Sanidad y las Comunidades autónomas ha acordado establecer una serie de limitaciones para mejorar los hábitos alimentarios de los niños. El Consejo Interterritorial pactaba ayer recomendar la prohibición la venta de bollería industrial de alto valor energético en los centros de primaria. Por ese motivo se van a retirar las máquinas expendedoras de bollos, chucherías y bebidas en los colegios.
En los centros de secundaria se limitará la venta de los productos que superen las 200 kilocalorías. La recomendación no afecta al clásico bocadillo y a los pequeños se les dará como máximo media hora para comer. Se intenta reducir la tasa de obesidad infantil y sobrepeso que en la actualidad afecta a uno de cada cuatro niños españoles padece. La obesidad en pequeños se ha duplicado en los últimos diez años. Además, se ha detectado el aumento de enfermedades como la hipertensión y la diabetes en escolares.