Un estudio, liderado por la Universidad Pompeu Fabra, ha permitido conocer con mucha más precisión de lo que hasta ahora era posible cómo se forma la cavidad del oído interno, en este caso tomando como modelo el embrión de pez cebra. Los resultados obtenidos cambian la visión que había sobre la formación de las cavidades de los órganos, y muestran por primera vez que las células pueden ejercer fuerzas que contribuyen a darles forma.