Los camaleones son conocidos por su habilidad de cambiar de color para adaptarse al medio que les rodea y también por expulsar su lengua a gran velocidad para capturar a sus presas. Hasta ahora, esta última capacidad había sido subestimada, ya que los miembros más pequeños de esta familia no habían sido analizados.
Según un nuevo estudio, liderado por la Universidad de Brown (EE UU), son precisamente los camaleones más diminutos los que pueden lanzar su lengua más lejos y a una mayor velocidad. Tanto es así que la aceleración y la fuerza que producen por kilogramo es mayor que la de cualquier reptil, pájaro o mamífero, y la segunda más potente comparado con los invertebrados (solo por detrás de una salamandra). El investigador Christopher Anderson, autor principal del estudio, explica que la razón evolutiva que justifica que los más pequeños estén proporcionalmente mejor preparados para la alimentación es que necesitan consumir más energía por peso corporal para sobrevivir, por lo que deben ser especialmente eficaces en la captura de presas.