Un mes y un día después de la explosión de la plataforma petrolera en EEUU, continúa sin haber solución para controlar la marea negra del golfo de México. Los responsables de BP aseguran que tratarán de detener el vertido el próximo domingo. La petrolera espera bloquear la fuga con materiales pesados y una capa final de cemento y lodo. Mientras llega este remedio en el pozo, en el litoral crece la alarma. Varios equipos de guardacostas han localizado ya galletas de chapapote en las marismas de Luisiana y Mississipi, hasta ahora intactas.