Un torrente de residuos está matando al Ganges, el río indio más sagrado para el hinduismo, en cuyas aguas a su paso por importantes centros de peregrinación como Benarés se sumergen millones de devotos en busca de la salvación, inconscientes de que allí cada gota de "la madre Ganga" es tóxica. El nivel de bacterias fecales en el agua es altísimo y muy peligroso para la salud humana.
A pesar de que, cada día el río recibe unos 12.000 litros de residuos, apenas hay capacidad para tratar una tercera parte de ellos. Mientras, 400 millones de personas dependen de alguna manera de uno de los ríos más importantes del subcontinente indio.